La ubicuidad de la publicidad ya ha colonizado todo tipo de redes sociales.
Su última "víctima" ha sido Instagram, la red social de fotografías caseras y no tan caseras, perteneciente del ya conocido Facebook. Instagram ya ha introducido publicidad en su interfaz, siendo la Michael Korks (firma de ropa Norteamericana) la telonera de este nuevo soporte para la publicidad.
Hace menos de una semana (el viernes pasado) empezaba a circular la primera campaña en este red social, pero la acogida por los usuarios no ha sido la más receptiva.
Muchos se quejan de este publicidad intrusiva, la campaña de la firma ha lanzado un flujo de noticias a miles de usuarios incluso a los que no les siguen. El post (noticia) incluye "sponsored" para saber que se trata de publicidad, como si el simple hecho de avisar al ganado da el derecho a esquilar hasta el último recoveco de libertad.
Otro ejemplo de publicidad en Instagram.
Aún teniendo una gran corriente en contra, el post ya acumula más de 70.000 "me gusta", demostrando que la entrada tan polémica y arriesgada ha conseguido una viralidad y un nuevo mapa o soporte donde luchar para conseguir una reputación online.
Estamos en un momento de formación de gestación de un contexto de uso y consumo tanto a nivel usuario como a nivel publicitario.
Otro ejemplo de donde llega la ubicuidad de la publicidad y la comunicación online, es la intrusión de mensajes publicitarios informativos, en el GPS donde te anuncia empresa X, en este lugar, incluyendo datos de contacto (números de teléfono y más parafernalia).
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