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viernes, 25 de octubre de 2013

¿UN NESPRESSO O UN CAFÉ?


Nespresso, la empresa Suiza que se dió a conocer allá en los años 80 pero que no sintió un crecimiento en sus carnes hasta la primera década del siglo XXI, ahora está imbuida en una crisis por la competencia adherida actualmente.




Todo el mundo conocemos a alguien, o a uno mismo que tenga una máquina Nespresso, envidia de amigos y buen objeto de diseño de las cocinas de ama de casa. Y también sabemos que beber un Nespresso no es beber un café, es un rito de placer, profundo y místico, o eso es el continuo discurso que nos han lanzado y que nos siguen bombardeando.
Pero lo mejor de estos cafés gourmet (para los paladares más exquisitos), es su formato innovador, cápsulas minimalistas con una gama de sabores como colores tienen los envoltorios de las mismas, cuya cápsula rodea los 40 céntimos en Europa.




Pero por el 2007-08 cambió escenario, y Nespresso se enfrentaba a la competencia ardua y trabajada que las otras compañías hicieron, como es Marcila L´Arome, cuyo precio de 33 céntimos comenzó hacerle pupa al bolsillo de Nespresso, porque lo mejor de L´Arome es que las cápsulas que venden son compatibles con las máquina de Nespresso.
Y otra cosa más y super importante ( que es el gran error de Nes) es la democratización a medias, democratizó las maquinas, creó un gran nicho de consumidores, miles de personas adquirieron las máquinas, pero las cápsulas es otro tema, como las máquinas como las cápsulas sólo se pueden comprar en sus “boutiques” o vía internet, lo que ha provocado que las capsulas de café no sean accesibles a todos los compradores de las maquinas.
Tú puedes hacer un esfuerzo para comprarte una máquina Nespresso de calidad, pero en serio, ¿Te vas a molestar a ir a comprar cápsulas de café (amigos café, ni oro, ni plata. Café) trasladarte y volver para comprar paquetes de 50 cápsulas, que sabes que te va durar sólo para 50 tazas?

Ahí donde entra Marcila L´Arome ya que se puede hacer la compra desde un simple supermercado de calle, y que encontramos (lo más importante) en cada acera, es decir para un producto cotidiano una compra cotidiana.
Nespresso hizo muy bien la creación de la identidad, filosofía, diseño de la marca y de los productos, pero por eso mismo no deben tener miedo a exportar sus puntos de ventas a otros hipermercados por ejemplo (Carrefour, Al Campo), o supermercados, ya que el valor lo tienen, se trata en transmitir es que ese valor, ese precio más caro al resto, no se debe al lugar (punto de venta) donde esté sino al propio producto y a la propia máquina.


Si habéis democratizado las máquinas democratizar también las cápsulas.

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