Nespresso, la empresa Suiza que se dió
a conocer allá en los años 80 pero que no sintió un crecimiento
en sus carnes hasta la primera década del siglo XXI, ahora está imbuida en una
crisis por la competencia adherida actualmente.
Todo el mundo conocemos a alguien, o a
uno mismo que tenga una máquina Nespresso, envidia de amigos y buen
objeto de diseño de las cocinas de ama de casa. Y también sabemos
que beber un Nespresso no es beber un café, es un rito de placer,
profundo y místico, o eso es el continuo discurso que nos han
lanzado y que nos siguen bombardeando.
Pero lo mejor de estos cafés gourmet
(para los paladares más exquisitos), es su formato innovador,
cápsulas minimalistas con una gama de sabores como colores tienen
los envoltorios de las mismas, cuya cápsula rodea los 40 céntimos en
Europa.
Pero por el 2007-08 cambió escenario,
y Nespresso se enfrentaba a la competencia ardua y trabajada que las
otras compañías hicieron, como es Marcila L´Arome, cuyo precio de
33 céntimos comenzó hacerle pupa al bolsillo de Nespresso, porque
lo mejor de L´Arome es que las cápsulas que venden son compatibles
con las máquina de Nespresso.
Y otra cosa más y super importante
( que es el gran error de Nes) es la democratización a medias, democratizó
las maquinas, creó un gran nicho de consumidores, miles de personas
adquirieron las máquinas, pero las cápsulas es otro tema, como las
máquinas como las cápsulas sólo se pueden comprar en sus “boutiques”
o vía internet, lo que ha provocado que las capsulas de café no sean
accesibles a todos los compradores de las maquinas.
Tú puedes hacer un esfuerzo para comprarte una máquina Nespresso de calidad, pero en
serio, ¿Te vas a molestar a ir a comprar cápsulas de café (amigos
café, ni oro, ni plata. Café) trasladarte y volver para comprar
paquetes de 50 cápsulas, que sabes que te va durar sólo para 50
tazas?
Ahí donde entra Marcila L´Arome ya
que se puede hacer la compra desde un simple supermercado de calle, y
que encontramos (lo más importante) en cada acera, es decir para un
producto cotidiano una compra cotidiana.
Nespresso hizo muy bien la creación de
la identidad, filosofía, diseño de la marca y de los productos,
pero por eso mismo no deben tener miedo a exportar sus puntos de
ventas a otros hipermercados por ejemplo (Carrefour, Al Campo), o
supermercados, ya que el valor lo tienen, se trata en transmitir es
que ese valor, ese precio más caro al resto, no se debe al lugar
(punto de venta) donde esté sino al propio producto y a la propia
máquina.
Si habéis democratizado las máquinas
democratizar también las cápsulas.
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